Como padre de tres hijos, lo que más deseo es que tengan una buena vida y puedan cumplir sus deseos. Eso es posible porque los daneses viven más sanos y porque nuestro sistema sanitario funciona bien.

Por desgracia, una de cada cinco personas vive con un trastorno mental.Para esa cantidad significativa de personas, puede afectar directamente a cuántos años buenos de vida tendrán. Y lo mismo ocurre con los ciudadanos con menos estudios y los que no tienen empleo.

Deseo una sociedad en la que todo el mundo pueda llevar una vida sana y vivir muchos años. Tenemos que contar con todos y, para ello, debemos tener en cuenta las necesidades de cada ciudadano, tanto en materia de sanidad como de educación y empleo.

En mi presentación me centraré en la importancia de desarrollar una tecnología del bienestar que pueda ajustarse, de modo que se adapte al ciudadano que la necesita, y no al revés. Además, destacaré cómo la tecnología del bienestar puede apoyar el trabajo de los profesionales y ayudar a garantizar que, en el futuro, siga habiendo tiempo para el trabajo relacional en el Estado del bienestar. Por último, me centraré en cómo el trabajo relacional entre los profesionales y los ciudadanos también será aún más importante cuando tengamos que introducir más tecnología en los servicios que prestamos.